¿Cuál es el perfil del docente que requieren los estudiantes universitarios dominicanos para tener una experiencia educativa exitosa?



Al iniciar con esta interrogante, inmediatamente surge otra; ¿será que el docente universitario dominicano requiere un perfil diferente al perfil docente a nivel superior de otros países? si se centra la labor docente desde el fin social e histórico que amerita ser desarrollado, pues sí. Cada país debe contar con docentes que además de tener la formación académica que exige la materia o área de conocimiento, contar con una formación integral que de manera cónsona responda a lo que quieren y necesitan los estudiantes a nivel superior. Por tanto, es preciso delimitar cual es perfil que se requiere en las universidades dominicanas para que cada estudiante pueda tener una experiencia educativa exitosa. Experiencia educativa que se traduce en la aplicabilidad que tiene la enseñanza-aprendizaje que se genera en las aulas y trasciende en la vida diaria.

Al hablar del perfil docente se hace referencia según dice Salcedo “al conjunto organizado y coherente de atributos y características altamente deseables en el docente universitario, los cuales se expresarían en los conocimientos, destrezas, actitudes y valores que le permitan desempeñarse eficientemente y con sentido creador y crítico en las diferentes funciones que corresponden a su condición académica, concebidas como funciones interdependientes comprometidas por igual en el logro de la misión universitaria"[1]. En este sentido, el docente no solo necesita de unos conocimientos formales para impartir docencia, sino que su labor va más lejos, y es aquí donde el profesor pone en práctica sus actitudes, valores y cualidades según la necesidad del estudiante. Y pasa de ser un profesor a un maestro.

Si se parte de que el proceso de enseñanza tiene como actores principales al docente y al discente, que necesariamente interactúan entre sí, entonces se debe pensar que el perfil que debe desarrollar el docente es en función a ese otro actor y no un perfil como una caja de herramientas o atributos que adornan la persona del docente pero que en nada le sirve al proceso de enseñanza – aprendizaje del estudiante.

Entonces antes de abordar el perfil del docente universitario dominicano, se debe primero escuchar y valorar la opinión del estudiante que a final de cuentas es a quien va dirigido el aprendizaje. Por lo que es bien visto el trabajo que realizan las instituciones y entidades tanto privadas como estatales, que ofrecen un rosario de cualidades o competencias que debe tener el perfil del docente. Veamos que dice la UNESCO y el Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología (MESCYT).

La The United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) por sus siglas en inglés, sostiene que el perfil docente descansa en cuatro pilares, que son:

Aprender a conocer, aprender a actuar, aprender a vivir juntos y aprender a ser. Mientras que el Ministerio de Educación a través del Consejo Nacional de Educación (CNE) establece que el perfil del docente debe responder a una formación integral, teniendo esta formación el desarrollo de competencias personales y profesionales, con capacidad de orientación dirigida a los estudiantes, para que desarrollen competencias tales como la creatividad, análisis crítico, desarrollo personal, la ética, entre otros. Así también debe tener dominio de la planificación evaluación y gestión educativa.

Retomando la idea de que se debe dar participación activa al estudiante al momento de elaborar el perfil del docente universitario dominicano, si bien lo anteriormente expuesto es importante, no deja de ser en ocasiones ajeno a lo que en verdad demandan los estudiantes, y es que no está mal las observaciones y pautas que traza la UNESCO y la MESCYT, sino que más bien se deben tomar tales puntos como parámetros e inyectarle una dosis de la opinión estudiantil, que permita humanizar el proceso de enseñanza, y al establecer que debe humanizarse es con el objetivo de que debe estar impregnado de la personalización del proceso educativo.

En este tenor en un estudio publicado por la revista internacional de investigación e innovación educativa y realizado en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de Erasmus Mundus, se realizó un estudio a finales del 2016, el cual publica las respuestas de los estudiantes de la UASD respecto al perfil del docente universitario dominicano. Opiniones bastantes aterrizadas y que en algunos rasgos se vinculan con los requisitos esbozados más arriba y establecidos por la MESCYT y UNESCO, pero en esta ocasión desde una perspectiva real y/o vivencial.

Se establecen seis dimensiones para delimitar el perfil del docente universitario dominicano, tales dimensiones son: personales, profesionales, retos y desafíos, obstáculos para innovar, obstáculos para usar las TIC y proceso docente que fomentan. Bajo esta sombrilla se define el perfil del docente que el estudiante necesita y exige, a saber: valores éticos, vocación, responsabilidad, utiliza vestimenta formal, limpio, con competencias comunicativas, puntual, muestra compromiso social y entusiasmo en lo que hace, estas son las características personales que busca el estudiante en el docente universitario dominicano.

En cuanto a la dimensión profesional, exigen que el docente “conozca su materia, tenga formación académica, buena relación educativa, metodología, que sea innovador, investigador, que relacione la teoría con la práctica y aliente a sus alumnos”[2]. En cuanto a los retos y desafíos que enfrenta el docente universitario, el estudiante visualiza que el mismo debe también presentar un perfil que le permita abordarlos; como son “necesidad de formación continua, saber trabajar o enfrentar la desintegración familiar, el uso de las TIC, otro reto son los problemas que enfrentan los estudiantes, el desinterés estudiantil,  el nivel de competencias estudiantiles”[3], son los desafíos más relevantes y que el docente debe desarrollar como competencias para saber abordarlos, ya que el estudiante espera que el maestro tenga una respuesta a cada uno de ellos.

Cada una de las competencias establecidas forman el perfil del docente universitario que requiere el estudiante dominicano, lo que dará como resultado una experiencia educativa exitosa. Pero ¿qué es una experiencia educativa exitosa, como se concretiza ese éxito? A través de la ejecución de cada competencia por parte del docente y del estudiante. Pero sobre todo la implementación del docente de los conocimientos en la vida social, laboral e incluso económica del estudiante, es decir que lo aprendido en el aula, inicie allí, pero se concretice en la vida real del estudiante. Que el estudiante pueda traducir lo que aprende, en lo que hace de una manera holística y no separada.

Se debe ir cambiar la mentalidad de que lo aprendido en el aula no trasciende y que el estudiante, futuro profesional, no entienda que vive una vida en la universidad y otra en su día a día en los demás ambientes donde se relaciona. El docente mediante una pedagogía práctica, innovadora, personalizada y asociada de manera directa a la carrera que estudia el estudiante debe crear la conexión entre lo que el estudiante aprende y como lo aprendido lo aplica en su entorno.

Es aquí donde se logra un éxito de lo asimilado en las aulas, cuando el estudiante materializa lo que ha aprendido y puede por sí mismo o con ayuda de los demás dar respuesta y solución a las situaciones o problemas que se presentan a diario. Este éxito se convierte en experiencia, mediante las vivencias que va construyendo la persona en la sociedad, en la medida que se identifica con su realidad.

 Sindy Lizardo Alba 



[1] SALCEDO, H. Necesidad de un perfil integral del profesor universitario como base de la evaluación y reconocimiento de su desempeño académicoAgenda Académica. Vol. 4, No 1. (1997).

[2] Belando Montoro. María R. El perfil del docente en la educación universitarios de República Dominicana. Experiencia de colaboración Erasmus Mundus entre UCM y la UASD.  International Journal of Educational Research and Innovation. (2016) página 19
[3] Idem. Página 19

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